Finca: “Rehuelga” 11190 Benalup (Cádiz). La finca “Rehuelga” se encuentra, entre Laguna de la Janda y la parte final del Parque Nacional de los Alcornocales, por lo que tienen una parte plana, facilitando así el manejo de los toros en el campo. 700 hectáreas de tierras de labor, pastos y monte bajo, que la hacen idónea para la cría de ganado bravo. Lo malo de su localización es la cercanía con África y los aires de la costa de Cádiz. Esta cerca del norte de África y tienen problemas con las enfermedades que vienen de allí. Luego, el clima también afecta a los toros, sobre todo los aires del Levante que provocan irritabilidad y problemas en el comportamiento, como son las peleas.
La ganadería gaditana de Rehuelga se sitúa en el término de Benalup. La finca del mismo nombre que la ganadería, Rehuelga, está a cargo de la segunda generación Buendía y se encarga de ella D. Rafael Buendía. Es una ganadería con gran historia tras de sí, comenzando por su fundación por parte de D. Manuel Suárez Cordero que adquirió reses a Dña. Isabel Montemayor, viuda de Pedro José Picavea de Lesaca, y en 1850 la pasa a su hijo D. Manuel Suárez Jiménez.
En 1868 adquiere la ganadería Dña. Dolores Monje, viuda de Murube, que la aumenta con reses de D. José Arias de Saavedra. Más de quince años después, en 1884, vendió la mitad de la ganadería a D. Eduardo Ibarra que decide en 1904 dividirla en dos lotes, uno para D. Fernando Parladé y otro que adquiere D. Manuel Fernández Peña, adquirido a su vez al año siguiente por el Conde de Santa Coloma, que la aumentó con reses del Marqués de Saltillo llevando dos ramas por separado.
Señal Oreja: Machos: hoja de higuera en ambas y hembras, orejisanas ambas.
En 1932 la adquiere D. Joaquín Buendía Peña el cual la dotó de unas particularidades muy definidas que le llevaron a crear un encaste propio. En 1996 al amparo del artículo 6º bis c). D. Joaquín Buendía hace tres lotes de machos y de hembras de igual número que se reparten entre sus hijos correspondiendo una parte a la sociedad Rehuelga de Medina Sidonia S.L., que la anuncia como “Ganadería de Rehuelga”. D. Rafael Buendía.
Divisa: Azul turquí y encarnada.
Así es uno de los buques insignia del encaste Santa Coloma-Buendía, que de la mano de su ganadero, D. Rafael Buendía ha conseguido asentarse definitivamente en las ferias.
Hierro: El hierro tiene un 4 y una B solapada. Los cuatro hermanos Buendía. Mari Cruz, el fallecido Luis Felipe, Juan Carlos y Rafael. Año 1996.
La ganadería de Rehuelga es sin duda un gran exponente del encaste Santa Coloma, ese que debe volver a todas las grandes Ferias y ciclos de abono. Por la regularidad de sus triunfos, por su embestida peculiar y porque las figuras se están animando poco a poco a lidiar estos encierros en plazas importantes, esta ganadería es sin duda el gran exponente de la diversidad de encastes.
Joaquín Buendía Peña. Sevilla, 14.XI.1907 – 14.V.2004. Ganadero de reses bravas.
Desde su infancia sintió interés por el mundo del campo y, de manera especial, hacia el oficio de ganadero, afición que heredó de su padre, D. Juan Buendía Reina, y de su padrino, D. Felipe Bartolomé, quienes compraron en 1921 la ganadería de Surga. De este modo comenzó a tener sus primeros contactos con el toro bravo en su hábitat natural. D. Juan Buendía y D. Felipe Bartolomé profundizaron en su labor como ganaderos de bravo y compraron, en 1932, el hierro y todas las reses de D. Enrique de Queralt y Maquieria, conde de Santa Coloma. Esta ganadería procedía del cruce que el conde hizo en 1905 con reses de Eduardo Ibarra y parte de la ganadería de Antonio Rueda y Quintanilla, marqués de Saltillo, aunque la misma se hallaba diezmada, con problemas de saneamiento y sin el prestigio del que había disfrutado en otros tiempos.
Con la ganadería pastando en la finca Bucaré, en el término municipal de Alcalá de Guadaira (Sevilla), D. José Buendía y D. Felipe Bartolomé decidieron dejar al joven Joaquín, que contaba con tan sólo veinticinco años, la responsabilidad de levantar este hierro mítico.
La primera decisión del ganadero consistió en desechar gran parte de los machos para cubrir como sementales. Asimismo, descartó a un elevado número de vacas reproductoras. Tan dura fue la selección llevada a cabo que durante los primeros cinco años no lidió ninguna de sus reses en plazas de toros, enviando al matadero las camadas enteras. Teniendo como fondo el clásico debate entre tratadistas y genealogistas sobre el porcentaje de sangre Saltillo e Ibarra que existe en la vacada madre del encaste de Santa Coloma, se puede asegurar que Joaquín Buendía siguió con el método que siempre usó el conde de Santa Coloma consistente en dejar que padrearan en la ganadería tan sólo los machos del tronco de Saltillo, valiéndose de las vacas ibarreñas ‘junto a las ya cruzadas’ como reproductoras o de vientre.
Con ello, la vacada tomó una clara inclinación hacia la rama Saltillo. Fruto de esta selección nacieron machos que padrearon como sementales y que reconstituyeron la ganadería, siendo de reseñar un toro de nombre Rivero, que vino dentro del lote, como añojo que aún estaba con su madre, cuando se compró la vacada al conde de Santa Coloma, que fue uno de los revulsivos para levantar la ganadería, ya que padreó durante diecisiete años. Otros sementales importantes fueron Lisito, Maloscascos, Olivero, Calesero o Pescador.
https://dbe.rah.es/biografias/28392/joaquin-buendia-pena
Encaste Santa Coloma: Fue formado en 1905 por el Conde de Santa Coloma a partir de dos sangres de Vistahermosa, la de Saltillo y la de Ibarra.
La ganadería de Saltillo, que pasaría en 1918 a D. Félix Moreno Ardanuy, es origen de la mayoría de vacadas mexicanas y de otras como la de Albaserrada, en la que predominó esta sangre sobre la ibarreña. La ganadería de Ibarra se vendió en dos lotes, uno fue a manos de D. Fernando Parladé y otro a Manuel Fernández Peña, a quien, un año después, compró el Conde de Santa Coloma. Con esta sangre nacieron ganaderías como las de Coquilla (1916) y la de Graciliano Pérez-Tabernero (1924).
El Conde de Santa Coloma llevó las dos sangres por separado y, al tiempo, mantuvo una línea en la que se cruzaron ambas procedencias. Mientras los toros de origen Ibarra, con mayoría de pelos negros, son más hondos, con más morrillo y más suaves en las embestidas, los de Saltillo son de pelos cárdenos, degollados de papada, más finos de cabos y más temperamentales. La mezcla de ambas sangres dio origen a uno de los grandes encastes del siglo veinte, que fue depurado por la familia Buendía al comprar en 1932 toda la vacada de Santa Coloma y el hierro original.
Las características de este tipo de ejemplares, en su derivación Buendía, hacen muy difícil su presencia en corridas de toros para plazas de primera si se quiere mantener el tipo original. Durante el siglo pasado, los “santacolomas” fueron pieza importante de los grandes triunfos, como los conseguidos por Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín, José María Manzanares o “Paquirri”.
Hierro de D. Joaquín Buendía Peña, con el que marcaba la cuadra y el ganado manso. En la actualidad el hierro esta en propiedad de D. Rafael Buendía y Ramírez de Arellano. Ganadería Rehuelga.
Es la línea del encaste Santa Coloma más abundante y significativa y que ha recibido mayor influencia de "Saltillo". Predominan las pintas cárdenas en todas sus variantes y negras, dándose en menor medida tostada y berrenda en negro y cárdeno. Dichos pelajes suelen ir acompañados de una amplia variedad de accidentales. Morfológicamente son toros bajos de agujas y degollados de papada. La línea Buendía no suele dar con animales de mucha cara. Es un toro de poca caja y, por tanto, que da poco peso en la báscula.
Rehuelga
Sigla: ULZ.
Asociación: Unió de Criadores de Toros de Lidia. UCTL.
Localización: Benalup (Cádiz).
Propietario:
Rehuelga de Medina Sidonia, S.L.
Finca 'Rehuelga'
Apartado de Correos nº 34
11190 Benalup (Cádiz)
Representante:
D. Rafael Buendía y Ramírez de Arellano
Castillo de Marchenilla, 5 bloque 2 - 3º C
41013 Sevilla
Telf. 616 47 19 37
Divisa: Azul turquí y encarnada.
Hierro: El hierro tiene un 4 y una B solapada. Los cuatro hermanos Buendía. Mari Cruz, el fallecido Luis Felipe, Juan Carlos y Rafael. Año 1996.
Señal Oreja: Machos: hoja de higuera en ambas y hembras, orejisanas ambas.
Finca: “Rehuelga” 11190 Benalup - Casas Viejas (Cádiz). La finca “Rehuelga” se encuentra, entre Laguna de la Janda y la parte final del Parque Nacional de los Alcornocales, por lo que tienen una parte plana, facilitando así el manejo de los toros en el campo. 700 hectáreas de tierras de labor, pastos y monte bajo, que la hacen idónea para la cría de ganado bravo. Lo malo de su localización es la cercanía con África y los aires de la costa de Cádiz. Esta cerca del norte de África y tienen problemas con las enfermedades que vienen de allí. Luego, el clima también afecta a los toros, sobre todo los aires del Levante que provocan irritabilidad y problemas en el comportamiento, como son las peleas.
Historia:
La ganadería gaditana de Rehuelga se sitúa en el término de Benalup. La finca del mismo nombre que la ganadería, Rehuelga, está a cargo de la segunda generación Buendía y se encarga de ella D. Rafael Buendía. Es una ganadería con gran historia tras de sí, comenzando por su fundación por parte de D. Manuel Suárez Cordero que adquirió reses a Dña. Isabel Montemayor, viuda de Pedro José Picavea de Lesaca, y en 1850 la pasa a su hijo D. Manuel Suárez Jiménez.
En 1868 adquiere la ganadería Dña. Dolores Monje, viuda de Murube, que la aumenta con reses de D. José Arias de Saavedra. Más de quince años después, en 1884, vendió la mitad de la ganadería a D. Eduardo Ibarra que decide en 1904 dividirla en dos lotes, uno para D. Fernando Parladé y otro que adquiere D. Manuel Fernández Peña, adquirido a su vez al año siguiente por el Conde de Santa Coloma, que la aumentó con reses del Marqués de Saltillo llevando dos ramas por separado.
En 1932 la adquiere D. Joaquín Buendía Peña el cual la dotó de unas particularidades muy definidas que le llevaron a crear un encaste propio. En 1996 al amparo del artículo 6º bis c). D. Joaquín Buendía hace tres lotes de machos y de hembras de igual número que se reparten entre sus hijos correspondiendo una parte a la sociedad Rehuelga de Medina Sidonia S.L., que la anuncia como “Ganadería de Rehuelga”. D. Rafael Buendía.
Procedencia: Conde de Santa Coloma-D. Joaquín Buendía Peña.
Mayoral: D. Juan Javier Vallejo.
Antigüedad: 20/05/2007.
Joaquín Buendía Peña. Sevilla, 14.XI.1907 – 14.V.2004. Ganadero de reses bravas.
Desde su infancia sintió interés por el mundo del campo y, de manera especial, hacia el oficio de ganadero, afición que heredó de su padre, D. Juan Buendía Reina, y de su padrino, D. Felipe Bartolomé, quienes compraron en 1921 la ganadería de Surga. De este modo comenzó a tener sus primeros contactos con el toro bravo en su hábitat natural. D. Juan Buendía y D. Felipe Bartolomé profundizaron en su labor como ganaderos de bravo y compraron, en 1932, el hierro y todas las reses de D. Enrique de Queralt y Maquieria, conde de Santa Coloma. Esta ganadería procedía del cruce que el conde hizo en 1905 con reses de Eduardo Ibarra y parte de la ganadería de Antonio Rueda y Quintanilla, marqués de Saltillo, aunque la misma se hallaba diezmada, con problemas de saneamiento y sin el prestigio del que había disfrutado en otros tiempos.
Con la ganadería pastando en la finca Bucaré, en el término municipal de Alcalá de Guadaira (Sevilla), D. José Buendía y D. Felipe Bartolomé decidieron dejar al joven Joaquín, que contaba con tan sólo veinticinco años, la responsabilidad de levantar este hierro mítico.
La primera decisión del ganadero consistió en desechar gran parte de los machos para cubrir como sementales. Asimismo, descartó a un elevado número de vacas reproductoras. Tan dura fue la selección llevada a cabo que durante los primeros cinco años no lidió ninguna de sus reses en plazas de toros, enviando al matadero las camadas enteras. Teniendo como fondo el clásico debate entre tratadistas y genealogistas sobre el porcentaje de sangre Saltillo e Ibarra que existe en la vacada madre del encaste de Santa Coloma, se puede asegurar que Joaquín Buendía siguió con el método que siempre usó el conde de Santa Coloma consistente en dejar que padrearan en la ganadería tan sólo los machos del tronco de Saltillo, valiéndose de las vacas ibarreñas ‘junto a las ya cruzadas’ como reproductoras o de vientre.
Con ello, la vacada tomó una clara inclinación hacia la rama Saltillo. Fruto de esta selección nacieron machos que padrearon como sementales y que reconstituyeron la ganadería, siendo de reseñar un toro de nombre Rivero, que vino dentro del lote, como añojo que aún estaba con su madre, cuando se compró la vacada al conde de Santa Coloma, que fue uno de los revulsivos para levantar la ganadería, ya que padreó durante diecisiete años. Otros sementales importantes fueron Lisito, Maloscascos, Olivero, Calesero o Pescador.